1. Una buena opción para verse más delgado es extirparse las costillas, como hizo la cantante Thalía varios años atrás.
Dicha idea es un mito. En algunos casos se requiere cartílago costal para reconstruir una nariz o una oreja, pero ésta no es una opción para reducir la cintura. Para lograr el efecto reductor se acostumbra a quitar una fracción de grasa y piel de la parte inferior del ombligo con el fin de crear una figura más delgada, pero nunca se extirpan las costillas.
2. Los implantes mamarios, al ser elementos extraños al cuerpo de las mujeres, aumentan el riesgo de padecer cáncer.
También es un mito. Un reciente estudio realizado a más de seis mil mujeres con implantes, dirigido por Loren Lipworth del Instituto Internacional de Epidemiología en Rockville (EE.UU.), confirma que, lejos de incrementar los tumores, las mujeres portadoras de implantes presentan una menor tasa de cáncer de mama.
3. El tabaco y el alcohol dificultan la recuperación en el post operatorio si se consumen en grandes cantidades.
El tabaco y el alcohol complican el pre y post operatorio siempre, así sea que se consuma en mínima cantidad. Por salud, una persona normal –operada o no- debiera reducir al mínimo su consumo pues es siempre nocivo y, el cigarrillo en particular, hace que las células envejezcan con mayor rapidez.
4. Una persona que se somete a una cirugía estética se vuelve esclava del bisturí pues siempre va a necesitar retoques para verse bien.
Los resultados de una cirugía estética duran de ocho a diez años, en la mayoría de los casos. Las personas que se han realizado una en el momento apropiado, pueden llegar a desear otra pero sólo para verse aún mejor. Otras personas, pueden estar perfectamente felices con su nueva apariencia y no sentir la necesidad de realizarse más cirugías. Los pacientes que buscan realizarse una segunda cirugía estética generalmente están satisfechos con los primeros resultados y es por esto que regresan. Esto no significa que haya gente que vuelva a realizársela porque no quedó conforme con la anterior, pero, en todo caso, este también puede ser un problema más psicológico que estético y no se debe olvidar que siempre psicólogo y cirujano trabajan de la mano.
5. Las cirugías son muy dolorosas y el periodo de recuperación es eterno.
No es cierto que las cirugías sean per sé dolorosas. La realidad es que cada persona las percibe de manera diferente, porque los umbrales de dolor son muy personales. En ese sentido, ciertamente las mujeres soportan más el dolor que ellos. El periodo de recuperación depende de la cicatrización, que a su vez es un proceso que tiene varios factores que la afectan: el tamaño de la incisión, la ubicación en el cuerpo, la tensión, la dirección de la misma y el tipo de cicatrización de la persona. No obstante, en la mayoría de los casos al mes ya se pueden realizar actividades físicas o deportivas sin ningún inconveniente.
6. Los hombres que se hacen una lipoescultura están condenados a vivir a dieta pues la “barriguita” se forma normalmente en su cuerpo conforme pasan los años.
Una de las principales preocupaciones de las personas que se someten a una liposucción o lipoescultura es la de si al cabo de cierto tiempo la grasa volverá a depositarse en las zonas tratadas. Ante ello debo advertir que si las personas, hombres o mujeres, no aprenden a balancear su alimentación efectivamente la grasa volverá a aparecer. No hay que olvidar que la liposucción no es un sustituto de la reducción de peso, sino un método que ayuda a eliminar depósitos localizados de tejido graso que no responden a la dieta o el ejercicio. Los buenos resultados se hacen esperar un poco ya que tras la aspiración se produce una inflamación que hay que combatir con compresión (fajas y medias), masaje de drenaje linfático y ejercicio.
Dr. Diego Guevara 0999427993